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Estas semillas especiales de cactus permiten cultivar tus propios cactus de mescalina. Sin embargo, es importante adquirir herramientas de cultivo para ello. Se tardan unos años en poder cosecharse para un viaje.
La mescalina es una sustancia psicoactiva natural capaz de inducir visiones y alucinaciones muy fuertes. El San Pedro (Achuma) es un cactus de la familia de los tricocéreos y contiene altas concentraciones de la poderosa sustancia mescalina, que altera la mente. El uso de este cactus comenzó hace 6000 años, lo que lo convierte en el primer psicodélico utilizado en el mundo, aunque esto no se puede afirmar con un 100% de certeza.
El San Pedro no es un cactus que se tome por placer. Este cactus psilocybe podría cambiar totalmente la percepción de tu vida contemporánea. El poderoso efecto de la mescalina en el cactus San Pedro es capaz de hacer cambios permanentes en la mente. Por supuesto, tales trastornos van acompañados de los cambios que se producen en la conciencia con el uso de la mescalina del cactus San Pedro.
- Cambios en las percepciones
- Aumento de la capacidad de pensamiento para resolver problemas
- Desaparece el concepto de tiempo y espacio
- Sensibilidad a los estímulos externos
- Se triplica el aumento de los sentidos
- Visiones coloridas e intensas que parecen reales
- Los objetos se distorsionan y la luz se manifiesta en cada cosa o persona
Utiliza una caja de cultivo para las semillas de Mescaline San Pedro T. Peruvianus. Llena bandejas de plástico (5 cm) con tierra esterilizada, coloca las semillas sobre la tierra y presiona suavemente. Coloca las bandejas en una capa de agua hervida y espera a que la tierra se humedezca en la superficie. Retire los tarros y cúbralos con film de plástico. La temperatura óptima en esta fase oscila entre 18 °C y 23 °C. Al cabo de unos días o semanas, saldrán cactus bebé verdes. Al cabo de unas 4 semanas puede empezar el endurecimiento. Haz 2 agujeros en el plástico y luego cada dos días. Puedes retirar el plástico cuando debajo del papel de aluminio haya la misma atmósfera que en el exterior. Riega con agua hervida o agua de lluvia. No dejes que se sequen, pero tampoco las riegues en exceso. Al cabo de un año puedes trasplantarlos si es necesario, ten mucho cuidado con la raíz pivotante. Cuando los cactus se ponen amarillos necesitan más luz, cuando se ponen rojos necesitan menos agua. Manténgalos fuera del alcance de los niños.
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