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En Stonedoos, entendemos el valor de la calidad y la durabilidad. Este artículo es una guía completa para ayudarle a curar su hierba con los más altos estándares de calidad. En esta guía, descubrirás cómo sacar el máximo partido a tu producto y alargar su vida útil, respetando las proporciones óptimas de temperatura, humedad e iluminación.
El curado de malas hierbas es una parte esencial del proceso de recolección. No sólo ayuda a conservar y mejorar el sabor, el aroma y la potencia de la hierba, sino que también aumenta la vida útil del producto. El curado favorece la descomposición de sustancias no deseadas, como la clorofila, lo que se traduce en un humo más suave y menos picante.
En Stonedoos, tenemos los conocimientos y las herramientas para guiarle a través de este proceso. Nuestra amplia gama de productos, como las bolsas de control de humedad Integra Boost, pueden ayudarte a conseguir y mantener unas condiciones óptimas mientras curas tu hierba.
El proceso de secado es el primer paso y el más importante en el curado de la hierba. Este proceso comienza en cuanto cosechas tus plantas de cannabis. El objetivo es secar lentamente tu hierba, normalmente durante un periodo de 3 a 7 días. Durante este tiempo, es importante proteger tus cogollos del moho manteniendo la temperatura, humedad y ventilación adecuadas.
Un error común es secar el cannabis demasiado rápido, lo que provoca una pérdida de sabor, aroma y cannabinoides. En Stonedoos, recomendamos secar los cogollos lentamente para maximizar el proceso de curado.
La temperatura ideal para conservar el cannabis es de 21 grados como máximo. Las temperaturas más altas pueden provocar la proliferación de bacterias y moho en tus cogollos, mientras que la exposición prolongada a altas temperaturas puede descomponer los cannabinoides.
Un factor importante en el secado y curado de la hierba es la humedad. Normalmente, la humedad relativa óptima para madurar la hierba oscila entre el 59% y el 63%. Es crucial regular tanto la temperatura como la humedad durante este proceso.
Una vez que la hierba se ha secado lo suficiente, es hora de envasar los cogollos para el curado. Esto se suele hacer en tarros de cristal. Coloca con cuidado los cogollos en el tarro e intenta evitar aplastarlos o dañarlos. El bote debe estar lleno hasta 3/4 de su capacidad, pero no tanto que los cogollos queden comprimidos.
Es importante abrir el bote una vez al día durante la primera semana. Esto se llama "eructar" y proporciona un intercambio de gases necesario. También permite comprobar si hay signos de moho o humedad.
Después de dos curas, la calidad de la hierba debería haber mejorado significativamente. Sin embargo, el curado puede durar hasta seis meses. Durante este periodo, asegúrate de que los frascos se mantienen en un lugar fresco y oscuro.
Utilizando los Stonedoos, podrá conseguir una calidad constante al curar su hierba. Esperamos que esta guía le resulte útil y le deseamos buena suerte con su proceso de curado.